Europeo de RS:X para Iván Pastor: primer evento clave de cara a los Juegos de Tokio

A su edad, 40 años, y con su experiencia y bagaje, Iván Pastor ni pestañea cuando se le recuerda que, en pocos días, se dispone a afrontar su decimotercer Campeonato de Europa de vela clase RS:X. Con una mochila personal y deportiva repleta de vivencias, el longevo regatista alicantino no es nada supersticioso. Todo lo contrario. Aunque prácticamente nada le queda por descubrir, Pastor es uno de esos deportistas con el radar siempre listo, con un altísimo nivel de inconformismo, con una gran predisposición para seguir aprendiendo y mejorando.

Por todo ello, vuelve a afrontar este Europeo (Vilamoura, Portugal, 24-28 de noviembre) con la ilusión de un principiante y con la motivación inherente a una competición clave en la carrera hacia los Juegos de Tokio, los que serían sus quintos Juegos tras disputar los de Atenas, Pekín, Londres y Río de Janeiro. Hace pocas fechas, la Federación Española redefinió los criterios clasificatorios para la cita olímpica del próximo verano. Habrá tres eventos clave: dos Campeonatos de Europa (el previsto en pocos días y el fijado, también en Portugal, en marzo de 2021) y el Princesa Sofía de Mallorca (primeros días de abril). Conseguirá el ansiado pasaporte aquel regatista que se muestre más regular, más fiable, en esta trilogía. Son seis los españoles que aspiran a competir en Tokio dentro de 8 meses. Hoy, hablamos con el más veterano y con el ligeramente favorito, aunque la competencia es feroz.

Nueve meses han transcurrido desde la celebración del Campeonato del Mundo en Australia, el primer y, hasta la fecha, único gran evento internacional disputado en 2020. Ahora, llega el Campeonato de Europa en Portugal. ¿Cómo llegas a este torneo tras este curso tan atípico?

Con sensaciones raras y extrañas. Creo que es inevitable. El año ha sido, y sigue siendo, duro y difícil. Para los deportistas, lo peor es la incertidumbre, el no saber cuándo volveríamos a competir. Ahora, tenemos por delante este Campeonato de Europa. Hay ganas de lanzarnos de nuevo al mar a por todas, pero también hay muchas incógnitas tras casi un año sin afrontar un evento oficial.

Ya sabéis la nueva ruta hacia los Juegos de Tokio. La Federación Española va a tomar como referencia dos Campeonatos de Europa (este y el que se celebrará en febrero) y el Princesa Sofía de Mallorca en el mes de abril. Sois seis los aspirantes. Nunca habías tenido tanta rivalidad ¿Cómo ves tus opciones de estar en tus quintos Juegos Olímpicos?

En efecto, la clase RS:X nunca había tenido tanto nivel en España, lo cual es muy bueno para la vela española. El regatista seleccionado para competir en Tokio ofrecerá las máximas garantías. Por otra parte, diríamos que, con esta nueva ruta hacia los Juegos, empezamos de cero. Yo me veo con opciones. Aunque los otros aspirantes son muy buenos, soy optimista. Sólo pido que me respeten las lesiones.

Llevas en Portugal desde principios de noviembre. ¿Qué nos puedes comentar del campo de regatas? ¿Cuáles son sus características? ¿Te gustan, se ajustan a tu perfil?

Me gustan, sí. Es un lugar en el que, a pesar de que el viento predominante es suave, la ola es bastante grande. Por tanto, en principio, las condiciones de navegación me favorecen bastante.

De los 12 Europeos, sólo has subido al podio, un bronce, en la edición de 2011, celebrada en Bulgaria, y fuiste cuarto en Israel 2009 y Polonia 2010. El pasado año, en Mallorca, acabaste noveno. ¿Hasta dónde puedes o hasta dónde crees que puedes llegar este año?

A pesar de que estamos en un año complicado, el nivel del evento va a ser muy alto. Quizás, la participación no sea tan numerosa o multitudinaria como en otros torneos continentales, pero sí va a ser muy selecta y de gran calidad. Para mí, acabar entre los 10 primeros representaría un muy buen resultado.

¿Estás pendiente de las noticias que llegan desde Tokio, qué comentáis entre los regatistas españoles, crees que va a haber Juegos el próximo verano?

Tampoco es que lo hablemos demasiado. La verdad es que un día pienso una cosa, y al día siguiente pienso la contraria. Es inevitable ser escéptico y tener dudas, pero últimamente, entre las esperanzadoras informaciones acerca de la vacuna y entre el moderado optimismo que transmiten los organizadores, soy positivo. No queda otra que esperar y confiar en que 2021 se lleve esta pesadilla.