Iván Pastor dirime sus opciones olímpicas en el Mundial de Australia

Melbourne y Mallorca. Las aguas de estas dos ciudades van a dictaminar la suerte de Iván Pastor. En la urbe australiana, se celebrará, del 23 al 29 de febrero, un nuevo Campeonato del Mundo de vela clase RS:X. En la isla balear, se disputará, del 28 de marzo al 4 de abril, el clásico y prestigioso Trofeo Princesa Sofía. El regatista alicantino va a dirimir en estos dos acontecimientos su clasificación para los Juegos de Tokio 2020. Iván aspira a sellar su quinto pasaporte olímpico. No obstante, el ansiado repóquer va a requerir la mejor versión del deportista alicantino. En ninguno de los cuatro anteriores ciclos, había habido tanta competencia nacional como ahora. El deportista alicantino cuenta con argumentos favorables. Sobre todo, con su oficio y su experiencia. No obstante, deberá mantener a raya a un ramillete de aspirantes, todos ellos muy jóvenes, que no renuncian a nada.

Ha llegado el momento de la verdad. En pocos días, arranca el Mundial de Melbourne. Después, en abril, el Trofeo Princesa Sofía. ¿Cómo te encuentras antes de afrontar estas pruebas de selección para Tokio 2020?

Me encuentro muy animado, con muchas ganas de empezar a competir ya. Es una mezcla de ilusión, de nervios, de expectación… Me gustaría que el Mundial empezara ya y no la próxima semana. Llevo prácticamente dos meses en Oceanía (primero, en Nueva Zelanda; y, desde principios de febrero en Australia) y creo que he hecho una muy buena preparación del evento.

En principio, el regatista español que compita en la RS:X de los Juegos de Tokio será el más regular en el cómputo global de estos dos eventos, el Mundial de Australia y el Princesa Sofía de Mallorca. ¿Te gustan las condiciones del campo de regatas del Mundial?

Sí, me gustan porque el viento es muy cambiante y hay mucha corriente. Se ajusta bastante a mis gustos y preferencias. Es decir, cada regata será una auténtica aventura. La competición estará abierta hasta el final.

En los Juegos de Tokio 2020, la vela española tendrá representación en la clase RS:X porque tú conseguiste la plaza en el Mundial de 2018 en Dinamarca. ¿Piensas que, por este motivo, deberías ser tú el elegido?

Bueno, más que pienso, lo deseo (risas), pero ya sabemos cómo son las reglas del juego. De hecho, también conseguí yo la plaza de la RS:X en Sídney 2000 y luego no fui el elegido para ir a esos Juegos. En cierto modo, es lógico y coherente que el elegido sea aquel regatista que mejores impresiones ofrezca a pocos meses de los Juegos de Tokio. Tiene todo el sentido. Dicho esto, espero ser yo.

La competencia existente ahora entre regatistas españoles en la RS:X no había existido en los anteriores cuatro ciclos olímpicos, ¿verdad?

Así es. En los últimos años, el nivel de la RS:X española ha crecido de una forma espectacular. Han aparecido chicos jóvenes que incrementan la competencia. Aunque pueda sonar a tópico, bienvenido sea. Se mire por donde se mire, todo son ventajas.

Por último, hasta la fecha, has estado en 14 Mundiales de RS:X. Obtuviste tu mejor resultado (quinto) en Nueva Zelanda 2008. Hace dos, en Dinamarca, fuiste 13ª. Y el pasado año, en Italia, acabaste en la plaza 37ª ¿Cuál es tu vaticinio u objetivo de cara a esta edición en Australia?

Desde luego, mejorar la actuación del pasado en Italia… No quiero marcarme un objetivo concreto. Por supuesto, quiero estar entre los mejores y lo más arriba posible, cómo no. Pero, sobre todo, quiero disfrutar. Si salgo al agua y disfruto, seguro que los resultados llegan.

En los últimos años, el nivel de la RS:X española ha crecido de una forma espectacular