Puede parecer extraño, pero el calendario deportivo internacional todavía arrastra ciertos ajustes derivados de la época pandémica. Son casos aislados, esporádicos, excepcionales, pero existen. Uno de ellos afecta al atletismo adaptado, que afronta unos meses inusuales. Porque es tan inaudito como inverosímil que, a apenas tres meses de los Juegos Paralímpicos, se celebre un Campeonato del Mundo. Además, no es un Mundial cualquiera. Se celebra en Kobe, Japón, desde el 17 hasta el 25 de mayo. Y representa la última oportunidad de conseguir el billete para viajar a París. Entre los deportistas que buscan en este certamen mundialista el crono, el salto o el lanzamiento soñados, se encuentran dos deportistas FER. En este caso, dos lanzadores. Son Kim López y Héctor Cabrera.
En cada prueba, se reparten dos pasaportes para los Juegos Paralímpicos. Ahora bien, si algunos de esos dos mejores en cada prueba ya se aseguraron el pase a París gracias al Mundial del pasado año, los billetes se reasignarán respetando la clasificación en este Mundial de Kobe. Es decir, hay que ser de los dos mejores entre aquéllos que aún no tienen plaza. Por último, cabe recordar que la joven Nagore Folgado ya tiene garantizada la presencia en los Juegos tras la medalla de bronce alcanzada en los 100m T12 del certamen mundialista de 2023.
Kim López: “Vamos justos de tiempo, pero por el buen camino”
Una auténtica pesadilla. Hasta estos extremos, está llegando la lesión que sufre Kim López en su codo derecho. Kim (Silla, Valencia, 35 años, lanzamiento de peso F12) ha tenido que pasar por el quirófano en tres ocasiones. La primera, a finales de 2022. La segunda, en septiembre del pasado año. Y la tercera, tres meses más tarde, en diciembre. Doble oro en los Juegos de Río y Tokio, el deportista FER se encuentra mejor, pero no en plenitud. Sobre todo, corto de preparación. Pese a todo, no contempla su ausencia en los Juegos de París. Espera conseguir el ansiado pasaporte en el inminente Mundial de Kobe. Kim competirá el sábado 18.
El codo va mejor. Más lentamente de lo que desearía, pero mejor. Es obvio que no me encuentro como me gustaría y que estoy a años luz de poder acercarme a mi plusmarca, esos 17.04 metros alcanzados en Tokio, pero tengo claro que el objetivo es llegar lo mejor posible a los Juegos de París. Vamos justos de tiempo, pero vamos por el buen camino.
Yo siempre soy optimista. Tras esta larga travesía por el desierto, no me queda otra. Obviamente, intentaré conseguir plaza directa. O bien vía podio, o bien siendo uno de los dos mejores de aquellos que no se han clasificado todavía. Y si no puede ser por ninguna de estas dos vías, queda la opción de lograr la mínima que exige el Comité Paralímpico Español, que ronda los 15 metros. Dicho todo esto, mi rendimiento es una incógnita. Llevo mucho tiempo sin lanzar.
Aprender a ser paciente y resistente, que no es poco.
Héctor Cabrera: “Espero estar cerca del podio y del pase directo a París”
Al igual que Kim López, Héctor Cabrera también ha vivido en sus carnes las penalidades propias de las lesiones. Su calvario se inició en el mes de julio de 2020, momento en que se destrozó su rodilla derecha. Tras pasar por el quirófano, y pese a las turbulencias de todo tipo experimentadas en las semanas previas al evento, logró una heroica medalla de bronce en los Juegos de Tokio. Aquello fue una especie de oasis en el desierto. Con posterioridad, aparecieron más adversidades. Héctor (Oliva, 30 años, lanzamiento de jabalina F13) se sometió a una nueva intervención quirúrgica. En el Mundial celebrado el pasado verano en París, no estaba plenamente recuperado de la rodilla y, además, compitió menguado por una pubalgia. Tuvo que conformarse con la quinta plaza. En Kobe, su turno llegará el jueves 23 de mayo.
Bastante bien, con confianza y con ganas de competir. Poco a poco, nos vamos acercando al estado físico anterior a toda esta racha de lesiones y contratiempos de los últimos cuatro años.
La verdad, no lo sé. Mi primer objetivo es superar la frontera de los 60 metros para, en el caso de no conseguir el pasaporte de París por la propia clasificación en el Mundial, obtener la mínima B exigida por el Comité Paralímpico Español. Esa mínima es de 59,50m. Pese a todo lo ocurrido en los últimos meses, la veo muy alcanzable. Pero si llego o supero los 60-61 metros, estoy convencido de que me encontraré cerca del podio y, por tanto, del pase directo hacia París.
Sí, porque, ahora sí, empezamos a dejar atrás todos los obstáculos de los últimos tiempos. A Kobe, no llego en plenitud, pero espero aterrizar en París en óptimas condiciones. Ese es el gran objetivo del año. Creo que estamos en el camino de conseguirlo y, por este motivo, soy optimista ante este verano tan especial.