Vega Gimeno, ante su último baile con París de trasfondo

El deporte acostumbra a ofrecer segundas oportunidades. Opciones que permitan tomarse las pertinentes revanchas y saldar cuentas pendientes. Hace tres años, la selección femenina de baloncesto 3 x 3 perdió una oportunidad histórica. Vega Gimeno (Valencia, 33 años) mantiene en su memoria aquel doloroso episodio. Al combinado nacional se le escurrió de las manos el billete para disputar los Juegos de Tokio. En el Preolímpico de Graz, Austria, España tuvo prácticamente ganado el partido clave, el que le enfrentaba a Japón. Por desgracia, unos últimos segundos tan aciagos como inverosímiles ofrecieron un desenlace amargo. Ahora, tres años después, la deportista FER y sus compañeras van a intentarlo de nuevo. El objetivo es arduo. Muy complicado. No obstante, hay posibilidades y esperanzas.

La española es una de las 16 selecciones participantes en el Preolímpico que se celebra en Debrecen, Hungría, este próximo fin de semana. En la fase de grupos, el combinado nacional se enfrentará a Mongolia, Japón y Egipto. Tras una liguilla de tres jornadas, los dos primeros del grupo accederán a los cruces finales: cuartos, semifinales y final. A la conclusión del torneo, los tres primeros clasificados (es decir, los finalistas y el ganador del encuentro por el tercer y el cuarto puesto) accederán a los Juegos de París, en los que sólo participarán ocho selecciones. Vía ranking, gracias a la regularidad mostrada en los últimos años, ya se han asegurado el billete olímpico China, Estados Unidos y Francia. También, Azerbaiyán y Australia, gracias a sendos Preolímpicos celebrados durante las últimas semanas. Hablamos con Vega Gimeno días antes de adentrarse en su última oportunidad de convertirse en deportista olímpica.

¿Cuáles son tus sensaciones a pocas jornadas de afrontar este Preolímpico?

Muy especiales. Este torneo va a ser mi última gran competición. Bueno, mi última o mi penúltima. Esperemos que sea la penúltima. Ello significará que nos hemos clasificado para los Juegos Olímpicos. Por tanto, entre la posibilidad de que pueda ser ‘mi último baile’ y entre que está en juego el pase a los Juegos de París, es fácilmente imaginable lo nerviosa y lo sensible, pero también lo ilusionada, que estoy. Emociones a flor de piel. Ése va a ser mi reto: controlarlas.

16 selecciones para tres plazas. ¿Optimista?

Durante toda mi vida, siempre he sido muy optimista, tanto en lo deportivo como en lo personal. En este caso, no lo voy a ser menos. Desde luego, no descubro nada si digo que el reto es muy complicado. Pero lo veo menos difícil que hace tres años. No tengo dudas de que superaremos la fase de grupos. Es decir, el partido clave será el de cuartos de final. Si lo ganamos, dispondremos de dos oportunidades para lograr uno de los tres billetes olímpicos. 

Vamos a profundizar en lo que acabas de comentar. Siendo optimistas y dando por hecho que seréis una de las dos mejores selecciones de vuestro grupo, y que, por tanto, pasaréis a los cuartos de final, ¿cuál sería el rival en ese decisivo encuentro? ¿Y pensando ya en unas hipotéticas semifinales?

Si pasamos, lo normal es que, en los cuartos de final, nos enfrentemos a Alemania o Polonia. Son los dos favoritos en el grupo del que sale nuestro rival en ese primer cruce. Ambas selecciones son durísimas y con mucha experiencia, pero no son invencibles. En los últimos años, hemos perdido, pero también les hemos ganado. Intuyo que serían partidos a cara o cruz. Y ya más adelante, si pasamos a semis, la teoría dice que el rival saldría de la terna entre Canadá, Holanda o Lituania. Dicho todo esto, el baloncesto 3×3 es imprevisible. Está todo muy abierto.

Tres años después, ¿aún recuerdas la amarga experiencia vivida en el Preolímpico de 2021?

Por supuesto. Aunque con el paso del tiempo, todo se va suavizando y diluyendo, lo que ocurrió en mayo de 2021 en Austria es difícil de olvidar. Sólo hay una manera de borrarlo casi por completo: clasificándome para los Juegos de París dentro de unos días. Espero que aquella experiencia me sirva. Si tenemos el partido clave casi ganado, no puede volver a ocurrir lo que nos sucedió en Austria.

Habrá tiempo, ¿pero por dónde pasa el futuro de Vega?

En efecto, habrá tiempo. Ahora, en mi mente, sólo está el Preolímpico y el llegar a los Juegos de París. Tengo claro que me vuelvo a Valencia. Y tengo un deseo: me gustaría seguir vinculada al deporte; a ser posible, al baloncesto. 

Calendario y horarios del Preolímpico