La evolución silenciosa pero efectiva de Pablo Torrijos

El mundo del deporte acostumbra, en ocasiones, a ofrecernos repentinas irrupciones de protagonistas que, en tiempo récord, abandonan el anonimato y se convierten en personajes de dominio público. Son fenómenos aislados, pero acontecen. Por el contrario, son mucho más habituales los ejemplos de evoluciones lentas pero seguras, los casos de crecimientos graduales pero firmes. A este patrón se ajusta nuestro protagonista, Pablo Torrijos. El saltador de triple castellonense va dando, nunca mejor dicho, pequeños «saltos» en su día a día y, pese a su juventud (sólo 22 años), ya está plenamente instalado en la élite.

Pablo Torrijos ha regresado hace escasos días de Roma, donde ha estado concentrado durante una semana. Su elección no ha sido casual. Al deportista FER lo prepara un entrenador italiano, Claudio Veneziano. Pero además, en Italia encontramos al principal referente en el que Pablo se refleja para progresar y mejorar, Fabrizio Donato, un triplista ya muy veterano (38 años), pero que ha conseguido recientemente, y a una edad ya muy avanzada, sus mejores resultados europeos, mundiales y olímpicos.

«Es realmente sorprendente y también enriquecedor comprobar como un saltador puede estar al máximo nivel a los 38 años. Por eso, he estado en Roma, para tener contacto cercano tanto con Donato como con su entrenador, Roberto Pericoli. Ha sido una gran experiencia», comenta Pablo Torrijos.

No es ésta la única curiosidad que envuelve a Pablo. El saltador FER siempre ha tenido al «enemigo» (deportivo) en casa. Durante la etapa juvenil y junior, fue célebre su rivalidad con el también castellonense Vicente Docavo. Y en la actualidad, Torrijos dirime la supremacía en el panorama nacional con otros dos compañeros del club Playas de Castellón, Jorge Gimeno y Emilio Bellido. De momento, el deportista FER toma la delantera a sus competidores. Ha encadenado dos títulos nacionales al aire libre (2013 y 2014) y el pasado mes de agosto alcanzaba su mejor registro internacional con la octava plaza en el Europeo absoluto de Zúrich. Conclusión, los saltos hablan valenciano: Eusebio Cáceres,  en longitud; Pablo Torrijos, en triple.

Hasta la fecha, su mejor marca personal es 16 metros y 87 centímetros, pero Pablo sabe que su ‘vuelo’ puede ser mucho más largo: «me veo capacitado para llegar a los 17,20 y superar así el record de España, vigente desde el año 91 en 16,93», comenta el castellonense. Los Juegos Olímpicos de Rio aparecen en el horizonte y en su mente, claro, «pero antes quiero hacerlo bien en 2015, aspiro a luchar por las medallas en el Campeonato de Europa de pista cubierta en Praga y a acabar entre los ocho primeros en el Campeonato del Mundo al aire libre de Pekín», señala el deportista FER. Palabra de un estudiante de Criminología en la Universidad Jaime I de Castellón, de un seguidor del fútbol («me gusta el Villarreal») y de un incondicional de Rafa Nadal. Con estas credenciales, y con su tenacidad y ambición, la progresión de Pablo parece segura. Paulatina, pero segura.