Las reflexiones olímpicas de Concha Montaner y Pablo Torrijos

Casi como un gol salvador en el último minuto. O como una canasta ganadora al borde del bocinazo final. O como esa heroica remontada de las que se recuerdan durante mucho tiempo. Así resultó la tarde del sábado 2 de julio para Pablo Torrijos y Concha Montaner. Ambos atletas del Proyecto FER iniciaron el pasado mes de febrero sus particulares aventuras con destino a los Juegos de Río 2016. A excepción del paréntesis abierto desde finales de marzo hasta principios de mayo, intentaron, una semana sí y otra también, la consecución de las célebres y diabólicas mínimas olímpicas, ese requisito indispensable para competir durante el próximo mes de agosto en el majestuoso estadio Joao Havelange de la capital carioca. Al final, después de múltiples asaltos infructuosos, cuando más presionaba y oprimía el tiempo, tanto Pablo como Concha dieron con sus vuelos soñados. Para el castellonense Pablo, triplista de 24 años, los de Rio serán sus primeros Juegos. Mientras, Concha, natural de L’Eliana, afrontará a sus 35 años su cuarta comparecencia olímpica en salto de longitud.

¿Qué fue lo primero que sentiste o pensaste al ver que habías logrado la famosa mínima?

Concha Montaner: Una alegría inmensa, indescriptible. Solo yo sé lo que había luchado por ese momento. Fue un instante muy emotivo. Además, en el último intento de los que disponía.

Pablo Torrijos: Fue como una liberación. Por supuesto, experimenté una enorme alegría; pero sobre todo, la sensación fue de alivio, de quitarme un peso de encima.

¿Habías llegado a caer en el desánimo y a pensar que no lo lograrías?

Concha Montaner: En el desánimo total, no. Pero es inevitable sufrir ciertos bajones emocionales, tanto por unas molestias físicas que no desaparecían del todo, como por ver que el tiempo se agotaba. Pero nunca dejé de creer. Sabía que ese gran salto podía llegar en cualquier momento.

Pablo Torrijos: Estas últimas semanas no habían sido nada fáciles. Veía que el tiempo se agotaba, y tuve mis momentos de dudas y altibajos emocionales. Pero en los días previos a Sierra Nevada, opté por abstraerme de todos los pensamientos negativos. Y lo logré. Llevaba un mes con mejores sensaciones que marcas.

 Una vez ya en Río, ¿cuáles son los objetivos? (para Pablo, serán los primeros; para Concha, los cuartos)

Concha Montaner: Me gustaría conseguir el objetivo que, por diversos motivos, se me ha resistido en los anteriores Juegos: ser finalista y demostrar el porqué de mi clasificación para Rio 2016 y de mis cuatro participaciones olímpicas.

Pablo Torrijos: Me planteo diversos objetivos. Recuperar mi mejor versión y nivel y, a ser posible, ser finalista, es decir, acabar entre los 8 primeros. Para ello, estoy prácticamente obligado a superar la frontera de los 17m.

¿Qué es lo que más ilusión os hace de la cita olímpica de Río?

Concha Montaner: Son mis cuartos Juegos. Cuando me fui de Londres, pensaba que no volvería a estar en esta competición tan mágica. Por ello, quiero saborearlo a tope. Me he demostrado que me merecía una nueva oportunidad, y que con sacrificio y voluntad, todo es posible. Y por supuesto, medirme, sin complejos, con las mejores.

Pablo Torrijos: Disfrutar cada minuto de mis primeros Juegos. Desde el vuelo de ida, la estancia en la Villa, los entrenamientos previos ya allí en Brasil, el día de la competición… Echaré la vista atrás, recordaré todo lo que me ha costado y seguro que me emociono. Por eso, quiero disfrutarlo al máximo