Por méritos propios, gracias a su incansable trabajo, y producto de una vida sacrificada, casi monacal, Lidón Muñoz del Campo se ha convertido en uno de los principales iconos de la natación española. Por delante, lógicamente, la incomparable Mireia Belmonte, Jessica Vall… y poco más. La deportista castellonense ya apuntó una notable evolución en 2017. Pero fue el pasado año cuando protagonizó su particular explosión. Una irrupción en toda regla. Batió en diversas ocasiones el récord de España de los 50m libres. Conquistó 2 platas individuales en los Juegos Mediterráneos. Rozó la final de los 50m libres en el Campeonato de Europa. Y estuvo presente en dos semifinales del Campeonato del Mundo de piscina corta. En la actualidad prepara su participación para el Open de primavera, el evento más importante de todos los que se disputan durante el año en una pileta nacional. Del 6 al 10 de abril en Sabadell, Lidón se juega a una sola carta la obtención de las mínimas para el Campeonato del Mundo de este verano en Corea (21-28 de julio).
Sí. Considero que aún puedo superarme a mí misma. Primero, porque siempre hay aspectos puramente técnicos por mejorar. Y después, porque la experiencia es vital. Yo no soy la misma nadadora de hace 2 años. Me veo más hecha, más curtida. Y todavía lo puedo ser más. Por tanto, sí, creo que estoy en condiciones de ser mejor.
Las mínimas son exigentes, pero creo que las puedo alcanzar. Hay que lograr la clasificación cumpliendo los criterios de la Federación Española: rebajar una marca determinada en las eliminatorias iniciales; rebajar otra marca, más dura, en las semifinales; y quedar primera o segunda española en la final del día siguiente. El camino es duro. Yo, como siempre, las buscaré en los 50m y los 100m libres.
No. La mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio habrá que lograrla en el Open de primavera del año 2020, 3 meses antes de los Juegos.
Me gustan por igual los 50m y los 100m libres. He conseguido controlar los aspectos tácticos y técnicos en ambas distancias. Disfruto mucho en el sprint explosivo de los 50m, como en el sprint controlado de los 100m. Dicho esto, también voy a contribuir para que España tenga presencia en el relevo 4 x 200m libres en el Mundial de Corea.
Me veo cerca, no lo voy a negar, pero ni mucho menos creo que lo tengo hecho. He de seguir trabajando con la misma fuerza, humildad e intensidad de estos últimos meses. El crecimiento que he experimentado y la confianza que he adquirido me hacen ser optimistas, pero todavía queda mucho. Solo pido que me respeten las lesiones.
La mínima para los Juegos de Tokio habrá que lograrla en el Open de primavera del año 2020
Lidón Muñoz