Un año da para mucho. Que se lo pregunten, si no, a Néstor Abad, protagonista de un 2022 conmovedor, digno de película. De sufrir, en enero, una dolencia cardíaca que amenazaba con poner un precipitado y abrupto final a su carrera deportiva, a demostrar su carácter incombustible y concluir todo un Campeonato del Mundo en una brillante 16ª plaza. Camino de los 30 años (los alcanzará en marzo), el gimnasta alicantino ha vivido experiencias de todo tipo. Entre ellas, dos muy amargas con las graves lesiones sufridas en la misma rodilla, la derecha, en los años 2011 y 2014. Pese a ello, pese a estar más que curtido desde que, muy joven, con solo 14 años, dejó su Alcoi natal y se trasladó a Madrid para cumplir sus sueños, Néstor vivió unas emociones muy intensas en el mes de noviembre al firmar una brillante actuación en el certamen universal. Abad demuestra que todavía tiene cuerda como para albergar serias opciones de llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024.