Dubái, del 2 al 4 de diciembre. Ciudad del Cabo, del 9 al 11 de diciembre. Nueva Zelanda, del 20 al 22 de enero. Sídney, del 27 al 29 de enero. Canadá, del 3 al 5 de marzo. Hong Kong, del 31 de marzo al 2 de abril. Y Toulouse, del 12 al 14 de mayo. Éste es el camino que le espera a la selección española femenina para cubrir una nueva edición de las Series Mundiales. En esta ocasión, además, el gran escaparate del rugby seven internacional ofrece un suculento premio: las cuatro primeras clasificadas obtienen la clasificación automática para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Las deportistas FER María Calvo Balaguer e Ingrid Algar siguen formando parte del combinado nacional, cuyo responsable es el valenciano Pedro de Matías. A la hora de evaluar las opciones de España en las Series Mundiales, María Calvo (Valencia, 23 años) es realista. “No estamos a la cola del rugby mundial, ni mucho menos, pero, en la actualidad, a pesar del crecimiento experimentado en los últimos años, es difícil que podamos conseguir una de las cuatro primeras posiciones de las Series. Pese a que somos competitivas, todavía estamos relativamente lejos de las grandes potencias internacionales, como Australia, Francia, Nueva Zelanda, Fiyi, Irlanda, incluso Estados Unidos. De hecho, el pasado año, sufrimos para asegurarnos la continuidad en este selecto grupo y no la logramos hasta la última jornada”, comenta María.
Durante este 2022, las conocidas como “Leonas” han combinado las alegrías y las decepciones. Fue muy valiosa la continuidad en las Series Mundiales. Correcta la quinta plaza obtenida en el Campeonato de Europa. Muy meritoria, a la par que emocionante, la obtención del pasaporte mundialista. Y no pasó de discreta la actuación en el Campeonato del Mundo. De cara a los próximos meses, al margen de la presencia en las Series Mundiales, la gran cita llegará con la disputa del Preolímpico europeo, evento previsto para el verano y en el que, en principio, se dirimirá un solo billete. Para Ingrid Algar, “las grandes rivales serán Polonia, Irlanda e Inglaterra. Desde luego, el reto también es muy complicado, pero esta vía parece más accesible que la de las Series Mundiales. Como hemos comentado en alguna ocasión, la clasificación para los Juegos de París no es imposible, pero sí exige casi la perfección por nuestra parte”, explica Algar.
Una de las ventajas del combinado español es la continuidad durante los últimos años. “Tenemos ya una base muy consolidada. Aunque siempre puede haber novedades en algunas convocatorias, el esqueleto de la selección es bastante consistente. La mayoría de las jugadoras nos conocemos perfectamente”, expresa Calvo Balaguer. En lo que sí coinciden María e Ingrid es en el privilegio que supone disputar las Series Mundiales. “No sólo es el máximo nivel deportivo. Además, hay sedes en los que los estadios reúnen a muchos espectadores. Aunque suponen un ritmo frenético y unos viajes larguísimos, la experiencia merece la pena”. En breve, arranca el espectáculo.