Así lo afronta: “Lo afronto con muchas ganas, ya que la categoría sub-21 es superior a la mía de este año y es a la que me incorporo la próxima temporada. Es decir, este Europeo va a ser un test muy interesante antes del salto que daré en 2023. Si hay vientos ligeros, puedo optar, perfectamente a hacer un top 15, pero, si los vientos son más fuertes, sufriré, porque todavía me queda camino para conseguir el físico que requiere la categoría sub-21. Conozco el campo de regatas (ya estuve allí hace unos años) y me parece un poco complicado. Por último, quiero apuntar que en este Mundial de Portugal voy a estrenar barco. Aunque las medidas son las mismas, sí cambia el material. Espero que no sea un problema”.