Iván Cano: un resurgimiento en el momento adecuado y en el lugar preciso

Resurgimiento en el momento adecuado. Resurrección en el lugar preciso. Renacimiento en el evento oportuno. Después de una prolongada travesía por el desierto, después de un periodo de depresión y crisis, Iván José Cano (Alicante, 30 años) se recompuso cuando tocaba, en el instante supremo de la presente temporada, en el Campeonato del Mundo de atletismo paralímpico. En un destino tan exótico como lejano, la India, en su bulliciosa y populosa capital, Nueva Delhi, Iván se bañó en gloria. Medalla de oro en el salto de longitud T13 para honrar la mejor competición de su vida.

“De Iván Cano, en este Mundial de la India, podemos esperar lo mejor. Después de dos temporadas complicadas, percibo que he mejorado en este 2025. Sé lo que tengo que hacer y cómo lo tengo que hacer. Y, por supuesto, me veo capacitado para superar los 7,04m y hacer marca personal. Sigo con la ilusión intacta y con la convicción de que puedo recuperar mi mejor versión”. Eran las palabras de Iván Cano días antes de afrontar el Campeonato del Mundo. Pocas jornadas después, se demostraba que no eran expresiones vacías. No representaban simples deseos. Su optimismo y seguridad estaban más que justificados. El miércoles 1 de octubre, el atleta FER (Alicante, 30 años) no sólo se proclamó campeón del mundo por primera vez en su vida. Además, lo hizo a lo grande, con apoteosis, con marca personal: 7 metros y 11 centímetros en la final de longitud T13 (clase de discapacidad visual). Hasta la fecha, su mejor registro era el 7,04m de 2021, brinco que le concedió la plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio.

Precisamente, después de Tokio, llegó el apagón. En 2022, no hubo competición. En 2023, tocó fondo con una floja actuación en el Mundial de París (10ª plaza de 15 competidores con un mejor registro de 5,99m). Ya en 2024, mejoró ligeramente sus prestaciones, aunque las marcas alcanzadas no fueron las de su momento de máximo esplendor. En el Mundial de Kobe, fue segundo clasificado (2º de 8 participantes con 6,53m), y en los Juegos de París ocupó la 5ª posición (de 10 saltadores) con 6,76m y lejos del podio. Cano Blanco aterrizaba en India con un mejor registro de 6,98m durante 2025. Es decir, el salto de calidad, nunca mejor dicho, protagonizado en el certamen mundialista resultó asombroso.

“Aquel miércoles 1 de octubre se convirtió en el día más feliz de mi vida deportiva. Sigo sin tener claro a qué éxito le doy más valor, si a este oro mundialista o la plata de los Juegos Paralímpicos, pero ser campeón del mundo con marca personal me generó una emoción indescriptible”, recuerda el atleta alicantino. En su momento, Cano ya había ascendido a dos podios mundialistas: bronce en Dubái 2019, con 7,04m, y plata en Kobe 2024, con aquellos discretos 6,53. “Ese 7,11m de la India no creo que sea mi techo. Todavía estoy en condiciones de llegar más lejos. Poco antes de viajar a la India, comenté que no había dicho mi última palabra. Lo he demostrado con creces. Las carreras deportivas, como la vida, ofrecen altibajos. Yo lo pasé muy mal en 2023 y 2024, pero aguanté, resistí y no me vine abajo. Aquí está la recompensa”, comenta, para finalizar, el saltador alicantino.