Raúl Martínez: sin tregua en su cruzada olímpica

Madurez, confianza y seguridad. Es la trilogía mágica sobre la que Raúl Martínez (Elche, 27/06/1991) edificó una notable primera mitad del año. Para el takwondista FER, 2018 está siendo el año de su consagración internacional, pero también el de su despegue hacia el destino más soñado: los Juegos Olímpicos de Tokio. El viaje acaba de comenzar. Por delante, múltiples escalas y alguna que otra turbulencia. En el horizonte, meses decisivos para conseguir un desenlace feliz. “Estoy muy satisfecho del desarrollo de esta temporada. He alcanzado una gran madurez, deportiva y mental. Los resultados obtenidos son bastante buenos, pero todavía queda un largo camino hasta Tokio 2020. Ahora, es cuando llega el momento de la verdad. Pero me encuentro bien situado en la carrera hacia los Juegos Olímpicos. Soy optimista”, señala el deportista alicantino.

Durante 2018, Raúl Martínez ha disputado 9 competiciones internacionales. En seis de ellas, ha ascendido al podio. Brillante tarjeta de presentación. Los principales éxitos llegaron con el bronce en el Open de Holanda, con las platas en la Copa Presidente África y en el Grand Prix de Roma, y con el oro en los Juegos Mediterráneos de Tarragona. No obstante, ambicioso e inconformista, el taekwondista ilicitano sigue lamentando su paso por el Campeonato de Europa, celebrado en Kazán durante el mes de mayo. “Este año, llegaba al Europeo pletórico de forma y con mucha seguridad. Estaba convencido de que sería mi momento y de que, por fin, conquistaría un triunfo en un certamen de estas características. Empecé muy bien en los primeros combates, pero llegaron los cuartos de final y no pude hacer nada ante un azerbaiyano campeón del mundo en 2017”, comenta el deportista del Proyecto FER.


Su evolución y los resultados cosechados durante estos últimos meses le han permitido escalar posiciones en el ranking olímpico de su categoría de peso (menos de 80 kg). En este momento, Raúl ocupa la 11ª plaza. “Estoy bien situado. En cualquier caso, no nos podemos engañar. La clasificación automática para Tokio está carísima. Solo la consiguen los 6 primeros del ranking olímpico a la conclusión de todas las competiciones puntuables. No descarto, por supuesto, poder atacar una de esas 6 plazas directas, pero sigue siendo un objetivo complicadísimo”, aclara el ilicitano. Si finalmente no logra ese ansiado acceso directo, quedará la opción de los Preolímpicos en cada continente. “Llegados a ese punto, me veo con posibilidades. Como he comentado en más de una ocasión, considero que puedo competir de tú a tú con cualquiera, lo he demostrado claramente en los últimos meses. No me veo inferior a nadie”, comenta Raúl.

Tras seis años en el CAR de Madrid, y tras superar una grave lesión de rodilla en 2014, Raúl Martínez empieza a disfrutar y recoger los frutos de su arduo trabajo en la capital de España. En Madrid, ha establecido una sólida amistad con Daniel Ros, otro taekwondista del Proyecto FER. Durante los últimos tiempos, sus vidas son casi simétricas. “Más que compañeros de tapiz y de entrenamientos, somos amigos. También Daniel alberga opciones de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio. En realidad, los dos estamos en situación casi idéntica en los rankings de nuestras respectivas categorías de peso. Si no puedo ir yo a Tokio, ojalá vaya Dani. Para mí, sería una enorme alegría”, señala el ilicitano. Desde ya, a ambos, les esperan citas decisivas. Muy pronto, en 2 semanas, el Grand Prix de China Taipei. Y en octubre, otro Grand Prix. Esta vez, en Manchester. Ya no hay tregua. Es el peaje del cotizado sueño olímpico.