Vóley playa en Doha: escenario ignoto para Liliana, de grato recuerdo para Pablo

Con un horizonte repleto de interrogantes, el vóley playa internacional inaugura la temporada. El circuito profesional se reactiva con el World Tour 4 Estrellas de Doha, cuya edición de este año será histórica. Por primera vez, el torneo catarí va a acoger a participantes femeninas, dispuestas a jugar más cubiertas, con más ropa, de lo que, en ellas, es habitual. Es decir, Liliana Fernández se prepara para adentrarse en un escenario ignoto.

También en Doha estará Pablo Herrera. El castellonense guarda buenos recuerdos de este torneo, en el que logró la medalla de bronce en el año 2019. Los dos deportistas FER no disputan un evento oficial desde que, en septiembre de 2020 (es decir, hace medio año), compitieran en el Campeonato de Europa que se celebró en Letonia. Después de Doha (8-12 de marzo), todo son interrogantes. Muchas dudas y ninguna certeza sobre el itinerario previo a los Juegos Olímpicos de Tokio. De momento, Liliana y Pablo se centran en el presente más rabioso y se abstraen de las incógnitas del futuro. Sobre todo, Pablo, cuyo billete olímpico está encaminado, pero aún necesita certificación

Liliana Fernández: “Llegamos a Doha tras unos entrenamientos de mucha calidad”

Liliana Fernandez
Aunque sea un hecho más bien secundario, este torneo viene marcado por la novedad en la vestimenta de las jugadoras. ¿Os habéis preparado en los días previos con esta nueva equipación y crees que puede tener alguna incidencia en lo deportivo?

En principio, no creo que tenga repercusión. Ya hemos competido en bastantes ocasiones (sobre todo, cuando hace frío) con mallas largas y con camisetas con mangas. Otra cosa es que haga mucho calor en Doha y sí que nos afecte o, incluso, nos incomode.

Más allá de este detalle, el circuito internacional sigue totalmente condicionado por la pandemia. No jugáis un evento oficial desde el pasado mes de septiembre. Y es el segundo torneo en los últimos 15 meses, desde que arrancó 2020. ¿Cómo llegáis a Doha?

Con mucha carga de entrenamiento. En las últimas semanas, a Tenerife han llegado muchas parejas alemanas, checas, finlandesas o francesas. Ello nos ha permitido elevar el nivel, la calidad y la exigencia de los entrenamientos. La incógnita es cómo trasladaremos toda esta carga de trabajo a los partidos tras estar sin competir tanto tiempo.

Y después de Doha, ¿cuál es la previsión? ¿Tenéis alguna información sobre el futuro más inmediato?

Por desgracia, no. El siguiente torneo en el calendario era Itapema, Brasil, a principios de abril, pero se ha pospuesto a junio. Por tanto, habrá que esperar al mes de mayo, momento en que está previsto el inicio de los eventos en Europa (Polonia, Rusia, República checa, Letonia y Suiza). Ahora mismo, tras Doha, no hay nada más confirmado.

Pablo Herrera: “Con nuestra edad, sufrimos en lo físico, pero otros intangibles nos favorecen””

PabloHerrera
Medio año después de disputar el Campeonato de Europa en Letonia, volvéis a competir. ¿Cuáles son vuestras sensaciones previas?

No son del todo malas, pero tampoco las mejores. Al no haber apenas competiciones, nos está costando bastante coger el ritmo deseado, pero no tenemos más remedio que seguir trabajando y entrenando al máximo para, por ejemplo, ofrecer un buen nivel en el torneo de Doha de la próxima semana.

Actualmente, ocupáis la plaza 10º del ranking olímpico (se clasifican las 16 primeras parejas). Es decir, tenéis el billete para Tokio encaminado. ¿Te ves en tus quintos Juegos Olímpicos?

Soy optimista. En primer lugar, porque confío en nuestras posibilidades. Y después, porque se está dando la paradoja a la que tantas veces he hecho referencia. Cuantos menos torneos haya, menos opciones de que nuestros perseguidores nos adelanten. Por desgracia, porque queremos competir, no hay eventos previstos. Vamos a esperar la evolución de los acontecimientos en los próximos meses, pero, por todo lo comentado, soy optimista y creo que estaré en mis quintos Juegos (los terceros con mi compañero Adrián).

Tanto tú (38 años) como tu compañero Adrián (33) sois de los más veteranos del circuito. ¿Es una desventaja o más bien al contrario?

Para ciertas cosas, nuestra edad es un inconveniente; para otras, una ventaja. Somos conscientes de que los jóvenes vienen muy fuertes. En lo puramente físico, sufrimos. Pero hay otros intangibles, los que tienen que ver con la experiencia, con la veteranía, con nuestro saber estar, que nos favorecen y nos permiten compensar ciertos desequilibrios con los más jóvenes.