Enrique Alhambra y Manuel Martínez consiguen sus billetes soñados

Aunque todavía restan 3 meses para su celebración, ya conocemos la delegación española que competirá en el Campeonato del Mundo de natación paralímpica de 2019 (Londres, 9-15 de septiembre). Formarán parte de la delegación nacional 7 nadadores adaptados del Proyecto FER. Cuatro de ellos (José Antonio Marí, David Levecq, Ariadna Edo y Eva Coronado) ya saben lo que es disputar certámenes universales. El resto son tres chicos. Todos, debutantes: Sergio Martos, Enrique Alhambra y Manuel Martínez. Conocemos más en profundidad a Enrique (Valencia, 09/06/2004) y a Manuel (Albatera, Alicante, 24/06/1997), a su vez, dos de las novedades del equipo FER en 2019.

Enrique Alhambra: “Sé que, con esfuerzo, puedo llegar a unos Juegos Paralímpicos”

Te diagnosticaron distrofia macular (discapacidad visual) cuando apenas tenías 7 años, pero empezaste a nadar mucho antes. ¿Cómo llegaste al mundo de la natación?

Empecé cuando apenas tenía 6 meses. Mis padres me apuntaron a clases de natación, deporte que ya practicaba mi hermana. Es decir, he convivido con este mundo casi desde que nací. Iba a todos los entrenamientos y eventos de mi hermana y, claro, ahora me apasiona este deporte. Me encantan las competiciones; sobre todo, si se celebran lejos de mi ciudad y, por tanto, me permiten viajar.

Aún eres muy joven, solo tienes 15 años, pero ya has logrado grandes hitos. Por ejemplo, has disputado un Europeo absoluto y has recibido el premio al mérito deportivo de la ciudad de Valencia. ¿Cómo te defines?

Soy un chico corriente, nada del otro mundo. Me gusta hacer snowboard y ver vídeos en YouTube cuando no estoy en la piscina. Como deportista, creo que puedo tener opciones de lograr grandes resultados. Me encanta el crol, aunque me defiendo mejor en espalda y mariposa. Diría que mi punto fuerte es la explosividad; sobre todo, en las rectas finales de las pruebas. Por contra, no me gustan las pruebas largas y he de mejorar en los virajes.

enrique alhambra
Tras competir en el Europeo del pasado año en Dublín, ahora has recibido la gran noticia de tu convocatoria para el Mundial de Londres de septiembre…

Estoy eufórico. Competir en un Mundial con tan sólo 15 años es lo máximo. Mi objetivo será meterme en la final de alguna de las pruebas que dispute. Es un paso muy importante para conseguir otros dos grandes retos para el futuro más inmediato: el primero, superar a mi ídolo, Ihar Boki, un nadador paralímpico bielorruso. Y después, cómo no, disputar los Juegos Paralímpicos de Tokio. Si lo logro, sería capaz de cortarme el pelo al 0.

Manuel Martínez: “La sensación de libertad en el agua es fantástica”

La tetraparesia espástica (parálisis cerebral) te obliga a pasar mucho tiempo sobre una silla de ruedas. ¿Cómo llegas a la natación?

Comencé cuando tenía 8 años, por recomendación médica. Tras una operación, tenía problemas de espalda y algo de obesidad. Mi médico me habló de Hospisport, un programa de actividad física adaptada que se desarrolla en centros hospitalarios. Podía hacer atletismo o natación, y me llamó más la atención la segunda opción. La sensación de libertad que me da el agua, después de pasar tantas horas en la silla, es fantástica.

Si me clasifico para Tokio 2020, me tatuaría el símbolo de los Juegos en el pecho

El pasado año, debutaste en un Europeo absoluto y rozaste el podio ¿Cómo te defines como deportista?

Soy muy trabajador, perseverante y perfeccionista. Tengo que aprender a valorarme más a mí mismo y a tolerar los errores que cometo al entrenar o competir. Me encanta la música y el deporte. Soy abonado del Elche CF y, siempre que puedo, voy a verlos al estadio. Sigo mucho el deporte adaptado, sobre todo la boccia, el baloncesto en silla de ruedas o el fútbol para ciegos. Y mi estilo favorito en el agua es la braza.

MANUEL MARTÍNEZ
Está claro que eres un apasionado de los deportes. Además, estudias Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Para ti, participar en Tokio 2020 implicaría…

Un sueño. Haría un montón de locuras: me raparía el pelo, me tatuaría el símbolo de los Juegos en el pecho… Llegar a unos Juegos es el objetivo más ambicioso y el sueño de todo deportista. Para mí sería una alegría indescriptible. Paso a paso. De momento, vamos a disfrutar en Londres, en mi primer Campeonato del Mundo.